miércoles, 29 de enero de 2014
FENICIOS Y SU CONSEJO DE ANCIANOS
Los fenicios orientales se constituían en ciudades-estado independientes y cada uno de estos centros urbanos tenía un área de influencia que controlaban. A la vez estas ciudades no eran dadas a colaborar entre ellas. Era una sociedad teocrática, apoyada en un consejo de ancianos que tenían una gran importancia en la toma de decisiones. Políticamente se trataba de un sistema monárquico hereditario, pero no basado en el primogénito, donde el monarca, a su vez, ejercía funciones sacerdotales. En lo mas alto de la sociedad se encontraba el monarca, que gozaba de gran poder, llegando en ocasiones a equipararse a los propios dioses .
Este poder, frecuentemente se vio limitado por la oligarquía mercantil que contaba con gran poder económico. No obstante el monarca dirigía todos los aspectos de la vida de la ciudad, ejerciendo el control político, administrativo, económico, y militar .Pero si algo limitaba realmente el poder del monarca, evitando que desembocara en una monarquía absoluta, eran las asambleas de ciudadanos, que haciendo honor a su nombre, la constituía todos los hombres libres que residían en la ciudad y que no se hallaban privados de sus derechos civiles. Se desconoce con certeza cual era su función aunque es posible que funcionara como un consejo de estado, con funciones consultivas, sirviendo de apoyo al monarca en cuestiones de sumo interés .Según fuentes asirías del siglo VII a . c ,como complemento a este orden social , también existía un consejo de ancianos con funciones netamente ciudadanas , interviniendo en asuntos cotidianos de la vida ciudadana en los que ejercían su autoridad con suma firmeza .Estas dos instituciones , la asamblea de ciudadanos y los consejos de ancianos , gozaban de gran importancia y prestigio en el orden social fenicio.
Poco sabemos de cuestiones tales como el funcionamiento de los estatutos, cuantos miembros las constituían, cuál era el procedimiento de elección, la periodicidad de sus reuniones, o el conjunto de sus competencias respectivas .En esta organización social también existía un elevado numero de funcionarios, gentes que trabajaban para el estado, como gobernadores, jefes, cancilleres, de los cuales poco o nada se sabe. Pero sobre todo hay que destacar la figura de los sufetes, que fundamentalmente ejercía funciones judiciales. Se trataba de un cargo temporal, elegido por un
Los fenicios orientales se constituían en ciudades-estado independientes y cada uno de estos centros urbanos tenía un área de influencia que controlaban. A la vez estas ciudades no eran dadas a colaborar entre ellas. Era una sociedad teocratica, apoyada en un consejo de ancianos que tenían una gran importancia en la toma de decisiones. Políticamente se trataba de un sistema monárquico hereditario, pero no basado en el primogénito, donde el monarca, a su vez, ejercía funciones sacerdotales. En lo mas alto de la sociedad se encontraba el monarca, que gozaba de gran poder, llegando en ocasiones a equipararse a los propios dioses .
Este poder, frecuentemente se vio limitado por la oligarquía mercantil que contaba con gran poder económico. No obstante el monarca dirigía todos los aspectos de la vida de la ciudad, ejerciendo el control político, administrativo, económico, y militar .Pero si algo limitaba realmente el poder del monarca, evitando que desembocara en una monarquía absoluta, eran las asambleas de ciudadanos, que haciendo honor a su nombre, la constituía todos los hombres libres que residían en la ciudad y que no se hallaban privados de sus derechos civiles. Se desconoce con certeza cual era su función aunque es posible que funcionara como un consejo de estado, con funciones consultivas, sirviendo de apoyo al monarca en cuestiones de sumo interés .Según fuentes asirías del siglo VII a . c ,como complemento a este orden social , también existía un consejo de ancianos con funciones netamente ciudadanas , interviniendo en asuntos cotidianos de la vida ciudadana en los que ejercían su autoridad con suma firmeza .Estas dos instituciones , la asamblea de ciudadanos y los consejos de ancianos , gozaban de gran importancia y prestigio en el orden social fenicio .
Poco sabemos de cuestiones tales como el funcionamiento de los estatutos, cuántos miembros las constituían, cuál era el procedimiento de elección, la periodicidad de sus reuniones, o el conjunto de sus competencias respectivas .En esta organización social también existía un elevado número de funcionarios, gentes que trabajaban para el estado, como gobernadores, jefes, cancilleres, de los cuales poco o nada se sabe. Pero sobre todo hay que destacar la figura de los sufetes, que fundamentalmente ejercía funciones judiciales. Se trataba de un cargo temporal, elegido por un periodo que comprendía entre los dos meses y los seis años, aunque no faltan los casos en los que se convirtió en hereditario.
En general era una sociedad muy compartimentada donde existían dos grandes grupos estancos; hombres libres y esclavos. Pero también había acusadas diferencias entre ciudadanos y no ciudadanos, hombres y mujeres etc. La condición de ciudadano solo la poseían aquellos hombres, fenicios, y libres .Esto le otorgaba derechos y obligaciones, como el sostenimiento fiscal, la defensa de la ciudad, o su colaboración en la construcción de edificios públicos .Las mujeres y los extranjeros, en cambio, no podían participar de las funciones políticas y sociales.
En cuanto los esclavos, no sabemos si existía algún tipo de mecanismo que le otorgara la ciudadanía. El sistema económico fenicio siempre exigió la presencia de un elevado número de esclavos, empleados como mano de obra , llegando su número, en ocasiones, a ser superior al de los ciudadanos .Dentro de esta teocracia existía principalmente dos grupos sociales, opuestos en cuanto a sus intereses .Por un lado podemos hablar de un grupo nobiliario tradicional con derechos sobre la tierra y por ello de fuerte carácter agrícola, y por otro, una oligarquía comercial y mercantil, con gran poder económico, pero sin tradición nobiliaria, que basaba su poder en los negocios. Posiblemente orígenes tan dispares, ocasionaron fuertes tensiones entre ambos estamentos, relacionadas con el control del poder político y económico. En este sentido la figura del monarca resultaba imprescindible para el mantenimiento del equilibrio social. Pero de un modo u otro ambos grupos se complementaban debido a las peculiaridades de la sociedad fenicia y sus necesidades.
Como ya se ha visto, las ciudades fenicias poseían un gran potencial agrícola, pero insuficiente para atender las constantes demandas de una población en pleno apogeo demográfico. Ello les obligo a recurrir al comercio marítimo para así poder alcanzar las cotas de riqueza necesaria .Por tanto, esa base agrícola, y ese comercio marítimo se complementaban y a su vez se articulaban en torno a estos dos grupos sociales: la oligarquía terrateniente y la oligarquía comercial.
La sociedad fenicia en su conjunto era extraordinariamente dinámica y bulliciosa, propia de sociedades en las que las actividades comerciales juegan un destacado papel.
Debía ser algo cotidiano contemplar los barrios con sus angostas calles y sus plazuelas, con numerosas personas dedicados a sus actividades y quehaceres cotidianos, sus bulliciosos mercados con innumerables productos procedentes de lugares remotos, que contrastaban con los propios de la región.
Esta sociedad de hombres libres, se organizaba en grupos familiares monógamos a cuyo frente existía un cabeza de familia. A pesar del carácter patriarcal predominante, la mujer, dentro del grupo, tenía un papel relevante.
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