martes, 12 de noviembre de 2013

FENICIOS Y OTROS ANTECEDENTES DE MÁLAGA



Un amable paseo histórico
por la Málaga premoderna

 Francisco Fortes Figuerola y Elsje Fokkelman
Hay rastros arqueológicos prehistóricos antiquísimos en la provincia de Málaga; desde hallazgos paleolíticos o los neandertales de La Araña, a los propios de la revolución neolítica. Interesantes son los hallazgos de la Cueva de la Pileta, como la llamada "Venus de la Pileta", datada como Bronce II. Este periodo prehistórico se ha estudiado en el Ventorro (Madrid) donde se apreciaron cabañas, vasos campaniformes, cerámica muy rica y variada cazuelas, escudillas, ollas, queseras, fusayolas, etc.). En las pinturas rupestres encontradas en la cueva de Benaoján, de la Pileta o de la Reina Mora, es clara la evolución, desde las pinturas propias del paleolítico superior de animales naturistas, a lo simbólico esquemático, camino de lo abstracto propio de finales del neolítico y postneolíticas como del Bronce. También se encontraron pinturas rupestres esquemáticas y vasijas neolíticas en la Cueva del Tesoro en la Cala del Moral. Debe su nombre a una leyenda en la que el último emir africano de los almorávides, antes de morir en Orán envió el tesoro real a la Península Ibérica.

Al parecer, el lugar donde se ubica la ciudad de Málaga y su alfoz, así como el valle del Guadalteba fueron asentamiento íbero -posiblemente de los íberos turdetanos- aquéllos que ocuparon el territorio de la enigmática Tartessos.

Los turdetanos se encontraban en el Valle del río Guadalquivir (nomenclatura árabe), el río Tarsos o el río Betis de los romanos que todos esos nombres ha ido adquiriendo con el tiempo -"el río grande"- en suma. Los turdetanos tenían al este a los bastetanos, otra tribu íbera, en realidad lo que hoy conocemos como ciudad de Málaga se hallaba ubicada en la zona limítrofe entre ambos asentamientos íberos, el de los turdetanos y bastetanos.

Después, Málaga fue colonia fenicia -Malaka- ubicada en la desembocadura del río Guadalhorce, este asentamiento fenicio era uno más de los muchos que a lo largo de la costa el pueblo del actual Líbano fue sembrando, así hay también restos arqueológicos en la desembocadura del río Verde en Marbella o de los ríos Vélez y Algarrobo. Cerca de Malaka estuvieron los griegos, con su colonia llamada Mainake o Menaoba hacia el año 630 aC que sería arrasada por los cartagineses. Si bien, no tenemos certeza de su definido emplazamiento y durante tiempo fue confundida con la colonia fenicia de Almayate llamada Toscanos.

De gran importancia es el yacimiento de río Real, del s.VIII aC, con restos fenicios, griegos e indígenas.

A partir del 573 aC, año en el que cayó en manos cartaginesas la capital fenicia de Tiro, en concreto, en manos de Nabuconodosor II, las colonias y factorías fenicias a lo largo de la costa mediterránea pasaron a poder de los púnicos o cartagineses. Feroces guerreros de la actual Libia/Túnez entre cuyas terribles costumbres estaba los sacrificios humanos, así quemaban vivos los niños primogénitos de familias relevantes en honor y a los pies de estatuas del dios Baal. Dios de la guerra, del Sol y deidad común a diversas culturas mediterráneas.

Las últimas décadas el siglo VI aC van a ser transicionales entre la época fenicia y la púnica (cartaginense), a partir del final del siglo VI aC, en la zona habrá dos tipos de habitantes, los libiofenicios (púnicos) predominantemente en la costa y los íberos turdetanos en el interior, aunque, naturalmente no había fronteras infranqueables.

El poder cartaginés en el Mediterráneo, la llamada "talasocracia cartaginesa" o gobierno púnico del mar, llegó a ser muy importante, pero debió competir con el otro gran poder emergente de la época: los romanos; que desde la península Itálica se querían extender a Sicilia, a África y a la Península Ibérica para dominar las colonias comerciales de Cartago. Así, pronto debieron dilucidar sus diferencias y la supremacía a través de las armas en las tres celebérrimas "Guerras Púnicas" entre el 264 aC y el 146 aC. La segunda de las cuales tuvo en la Península Ibérica uno de sus principales teatros de operaciones y a Scipio Africanus uno de sus líderes y vencedores para Roma. Después de la primera Guerra Púnica, el senado cartaginés aprobó que el general Amílcar se extendiese por la Península Ibérica con nuevas colonias, llegando a un pacto con los romanos gracias al cual el río Ebro sería la frontera: al sur Cartago, al norte Roma.

Amílcar, su hijo Aníbal y su yerno Asdrúbal pusieron rumbo a la Península Ibérica a fin de ampliar las colonias y aumentar las bases comerciales. Amílcar Barca se instaló en Gades (Cádiz), con la firme oposición de los turdetanos.

Por tanto, desde estas expediciones de Amílcar, padre como hemos anotado del no menos célebre Aníbal, el área geográfica de Málaga será cartaginesa y tendrán que pasar muchos años para que los púnicos cayesen ante los romanos en la Península Ibérica en el 206 aC en el contexto de la Segunda Guerra Púnica (218-201 aC). La toma de Sagunto por Aníbal fue la excusa romana para poner en macha esta segunda guerra púnica. Como decíamos éste segundo "set" se celebró en gran medida en el solar ibérico ante la defensa de Asdrúbal Barca. Aquélla en la que Aníbal atravesó el Ródano y los Alpes con sus casi míticos setenta elefantes y 100.000 hombres de muy diverso origen, saliendo de Hispania y luchando contra la República de Roma.

En la provincia de Málaga muchos lugares tuvieron importancia a lo largo de la historia y Archidona fue uno de ellos, tanto al ser un centro estratégico de singular importancia en las batallas entre romanos y cartagineses, quienes habían reforzado las murallas, como más tarde renacerá de nuevo en época ismaelita. Asimismo, hay restos cartagineses en Ronda, Antequera y Arenas, en este caso sobre el cerro Bentomiz, sobre el que íberos, fenicios, griegos, cartagineses romanos y después musulmanes tuvieron fortaleza.

En la capital, a los pies de la colina en la que hoy disfrutamos del complejo musulmán Castillo de Gibralfaro - Alcazaba, se encuentra el teatro romano, pues romana será Málaga a partir de la victoria de Roma sobre los púnicos de Amílcar Barca.

Málaga será primero federada finalizada la Segunda Guerra Púnica y después, con el emperador Tito Flavio Vespasiano, en el año 74 dC recibirá la carta municipal expresada en la llamada Lex Flavia Malacitana o Lex Malaca. Texto legal compuesto por cinco tablas de bronce de gran peso, unos 90 Kg, que fueron halladas casualmente en la zona de El Ejido y al fin rescatadas por la familia Heredia y Loring. Otros elementos arqueológicos de gran interés y que hablan del papel relevante de la provincia de Málaga son la ciudad de Acinipo en la Serranía de Ronda con un teatro muy interesante de siglo I aC, o el Efebo de Antequera, estatua de bronce del s I dC. Asimismo, nombrar las las termas de Guadalmina del s.II y III dC, y de Torreblanca del Sol y Torre de Benagalbón, la Villa Romana de Río Verde (Salduba) a 6 km al oeste de Marbella con pavimento en forma de tesellae.

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