El Cerro del Villar, una antigua isla del delta del Guadalhorce, fue un importante asentamiento fenicio, probablemente posterior al de Gibralfaro, que debió ser utilizado para una de las principales razones por las que se quedaron los fenicios:
LA INDUSTRIA DE LA´PÚPURA ELABORADA A PARTIR DE NUESTROS BÚSANOS.
La ciudad, sus muros y estancias, los restos fenicios más extensos que se conservan en Europa, permanecen cubiertos de plástico y, encima, tierra y una plantación de algo como alfalfa.
EN MÁLAGA NO PODEMOS CONTAR CON LA JUNTA PARA MÁS QUE PARA HACERNOS LA PUÑETA.
Pero el ayuntamiento tampoco se preocupa de este enorme bien, que podría ser un importante atractivo turístico además de cultural. El ayuntamiento y sus concejales de Cultura y de Turismo, tendrían que darse una vuelta por Alicante para aprender algo:
Una de las principales visitas turísticas de Alicante son unas insignificantes ruinas romanas.
Es más que probable que el emplazamiento fenicio del Cerro del Villar en la desembocadura del río "Malaga" como fue bautizado por los propios fenicios, fuera anterior a la ocupación del Gibralfaro. Es cierto que una de sus principales industrias fue el tinte de la púrpura, no en vano se detecto unas diez pilas para albergar el producto, obtenido a base de la transformación de de la fermentación de su carne y los propios excrementos del múrex (los búsanos de hoy), pero tambien la industria alfarera tuvo un gran protagonismo como lo demuestra las excavaciones de Muñoz Gambero y Maria Eugenia Aubet.
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